CONSULTORIO DE SALUD
El Centro de Educación para la Vida ofrece citas con Santiago Portilla para personas de todas las edades, en modalidad presencial o a distancia por Zoom o videollamada por WhatsApp.
PRINCIPIOS BÁSICOS DE EDUCACIÓN PARA LA SALUD, PREVENCIÓN Y AUTOCURACIÓN DE LA ENFERMEDAD
Cuando recibo personas en mi consultorio, lo primero que hago es pedirles que piensen un momento y escojan una de las dos opciones siguientes:
a) Usted quiere curarse a sí mismo.
b) Usted quiere encontrar un médico o terapeuta, y una terapia o remedio, que le brinden la curación de sus males.
b) Si usted quiere encontrar alguien o algo que le cure, no tiene ninguna esperanza verdadera de curación.
Pasará toda la vida en el engaño de buscar lo que no existe. Tal vez ya ha pasado años buscando comprar soluciones externas, sin resultados suficientes y con terribles decepciones. Esta actitud solo nos ofrece alivios momentáneos y superficiales, caros y engañosos. Necesita comprender que la salud no está a la venta, no podemos comprar salud.
Con solo consumir remedios naturales o artificiales, y ser asistido por terapias y terapeutas, usted nunca encontrará su ansiada curación y bienestar. En este camino equivocado usted comprobará, con seguridad, el agravamiento progresivo de todas sus afecciones, junto a otras nuevas que aparecerán.
a) Si usted decide curarse mediante cambios substanciales en su modo de vida, la solución de sus problemas está garantizada. Es posible la curación segura, definitiva, independiente, y prácticamente gratuita, de cualquier enfermedad.
Los requisitos fundamentales que mantienen la salud y garantizan la curación son los siguientes:
1) Aprender a alimentarnos: de forma nutritiva, afectiva, consciente y económica, con masticación suficiente, tranquilidad, variedad y gran placer. Ingerir alimentos y bebidas en cantidad y calidad apropiadas, sin excesos ni carencias, equilibrarlos y combinarlos adecuadamente. Controlar la frecuencia y cantidad en el consumo de comidas o bebidas perjudiciales, así como de dulces y golosinas.
2) Aprender a ejercitarnos: practicar a diario una rutina de ejercicios de estiramiento, tonificación, flexibilidad y relajación de todo el cuerpo, con mucho placer, animación y propósito de superación, el tiempo suficiente. Comprobar a diario que el ejercicio integral es una fuente fabulosa de energía, serenidad, lucidez, buen humor, desinflamación, curación general y local, renovación física, emocional, afectiva y mental, rejuvenecimiento. Quienes no tengan trabajos de cierta exigencia corporal, deben practicar también regularmente ejercicios o deportes de fortalecimiento muscular y resistencia orgánica.
3) Aprender a respirar: realizar a diario prácticas de respiración profunda unidas al ejercicio integral, también hacerlas en otros horarios del día en momentos y espacios apropiados. Recibir instrucción idónea sobre respiración abdominal y completa. Descubrir en el aprendizaje de la respiración una de las mayores escuelas de vitalidad, animación, amor, paz, libertad, en suma, desarrollo humano en todo aspecto.
4) Aprender a dormir y descansar: de manera suficiente en cantidad y calidad, con un sueño profundo y reparador de energía física, emocional, afectiva y mental. Respetar la necesidad del descanso; no desvelarse a menudo por motivos innecesarios o superfluos. Dormir con el sistema digestivo y circulatorio sin inflamaciones (sin excesos en comidas o bebidas), relajar las tensiones, emociones y pensamientos antes de acostarse.
5) Aprender a cuidar el ambiente físico, sensorial, emocional, afectivo, mental y social: mantener el cuidado suficiente sobre todo lo que está fuera de nosotros: imágenes, sonidos, olores, colores, comidas y bebidas, objetos, diálogos, energías, medios, espacios, etc. Sentir, observar y atender de manera vital y suficiente a todo lo que tiene influencia en nuestra condición integral. Conservar en buenas condiciones el medio global en que ejercemos nuestras actividades cotidianas, dentro y fuera de casa.
Estos principios son la base del proceso de autocuración. Si usted los aprende y vive regularmente será dueño de su salud y disolverá cualquier enfermedad. El “modo de vida” no se limita a las condiciones anteriores. Para vivir a plenitud en todo sentido, nuestra atención y cuidado deben ir más allá de lo físico. Una vida en armonía junto a grandes satisfacciones y logros requiere nuestro constante cultivo físico, emocional, afectivo, mental y espiritual.
Para curarse, usted tiene mucho que aprender y casi nada que comprar. No quiero venderle terapias o remedios “milagrosos”, pues la salud y enfermedad son solo consecuencia de nuestro modo de vida.
«Lo que sembréis, cosecharéis«
La Biblia
En el inicio del proceso de autocuración, lo mejor que puedo recomendar a mis pacientes y amigos es que estudien y se empeñen en practicar el contenido de mis libros:
«LA ALIMENTACIÓN ESENCIAL HUMANA» – Fuente primordial de nuestra vitalidad.
«¿QUÉ ES LA SALUD? ¿QUÉ ES LA ENFERMEDAD?» – Los siete requisitos para comprobar si somos una persona saludable.
Estos libros ofrecen en la portada: “todo lo que usted necesita para aumentar su salud, prevenir las enfermedades o curarse de cualquiera de ellas”. Este ofrecimiento es verdadero. Para alcanzarlo solo se necesita de investigación y aprendizaje personal. Esta realidad no se la consigue en pocas semanas, pero en algunos meses de dedicación suficiente los resultados serán fabulosos.
APRENDER EL PROCESO DE AUTOCURACIÓN LE BRINDA PROPIEDADES MARAVILLOSAS
- Mayor sensibilidad para conocer su cuerpo y sentir los límites peligrosos que no debe sobrepasar con frecuencia. Autocontrol.
- Mayor independencia sobre su manejo de la salud y la enfermedad.
- Mayor confianza en sus propias facultades para generar vitalidad.
- Mayor habilidad y conciencia sobre su cuidado personal.
- Mayor seguridad y paz interior al comprobar y comprender que la salud está en nuestras manos.
- Eliminación y evasión de sufrimientos y decepciones interminables, por andar buscando “alguien o algo que nos cure”.
- Ahorro incalculable de recursos económicos por asistencias médicas y consumo de remedios.
- Mayor sensibilidad, empatía, amor y solidaridad frente al padecimiento de afecciones de los demás.
- Maduración en las relaciones afectivas individuales, familiares y sociales. Acercamiento a personas y grupos que ejercen actividades de crecimiento personal.
- Preparación personal para explicar y guiar con ejemplo, a quienes sufren, para que superen sus enfermedades.
- Mayor gobierno y educación de la salud familiar en el hogar.
Obligación social de asistir a quienes lo necesitan y difundir principios vitales. - Desarrollo de la conciencia sobre el respeto y aprovechamiento de la vida en su totalidad. Mayor conciencia hacia la salud, la felicidad, la libertad, la paz.
a) 90% de la curación Curación personal Costumbres vitales, modo de vida Independiente, Individual Profunda, Integral Duradera, Gratuita 90% de la solución |
b) 10% de la curación Asistencia externa Médicos, terapias, remedios Dependiente, Social Superficial, Localizada Momentánea, Costosa 10% de la solución |
EL CUERPO VERDADERO Y LOS CRITERIOS EQUIVOCADOS
Con frecuencia recibo en mi consultorio a pacientes vegetarianos, naturistas, macrobióticos, o nutricionistas, que están seguros de que “se alimentan muy bien”, según sus criterios, sin embargo, no entienden por qué están sufriendo de enfermedades terribles.
Su realidad es lamentable porque ellos hacen “todo bien”, según sus creencias, pero en su cuerpo el resultado sale “todo mal”. Así muchos acaban resignados aceptando sus enfermedades llamadas “hereditarias”, “incurables”, “psicosomáticas”, ambientales, etc.
Estas personas tienen muchos criterios equivocados en su alimentación y cuidado personal. El cuerpo nunca se equivoca en el resultado, es completamente fiel y coherente con lo que le ofrecemos.
La situación es muy lamentable, pues estos pacientes son quienes más merecen alcanzar su curación. Han pasado mucho tiempo esforzándose en seguir reglas y normas de cuidado personal. Han sido constantes y conscientes en obedecer sus creencias. Infelizmente, no han seguido una dirección correcta.
Es fascinante ver desde hace 25 años, a tantas personas que rápidamente disuelven sus males, angustias y frustraciones, cuando encuentran el camino correcto de la salud. Entonces descubren sus equivocaciones, se aplican en los cambios necesarios, y enseguida disfrutan de plena y duradera vitalidad. Se convierten así en propietarios felices de su salud.
Yo mismo pasé varios años por caminos alimenticios equivocados, sin poder resolver mis enfermedades “incurables”. Éstas se acabaron cuando encontré respuestas auténticas de alimentación esencial humana, y otras costumbres y propuestas que provienen de sabidurías tradicionales.
Para mantenerse, la enfermedad necesita ser alimentada todos los días. Cada día podemos aumentar o disminuir nuestras afecciones. En realidad, esto lo estamos haciendo a diario. Una enfermedad es solo la acumulación de desórdenes y maltrato repetitivos que damos a nuestro cuerpo.
Nuestro cuerpo es realmente fantástico. Cuando le ofrecemos la comida apropiada y los cuidados que necesita, demuestra de inmediato poderes impresionantes de autocuración. Entonces aflora nuestra vitalidad profunda, aumenta nuestra seguridad y confianza, agradecemos infinitamente estos descubrimientos.
Necesitamos descubrir la salud, energía, amor, paz, libertad, que existen en nuestro interior.
NO EXISTEN ENFERMEDADES INCURABLES
La información y guía que recibirá en mi consulta de salud es auténtica, le servirá para alcanzar los resultados que usted necesita. Esto lo han comprobado innumerables personas que se han vinculado al CEV, desde 1.987, y han solucionado sus problemas de salud.
No importa cuántos años ha pasado buscando solución a su enfermedad. Para curarse solo le ha faltado la guía correcta. Me encantará explicarle el origen de su enfermedad, ya que no es apropiada ni suficiente la información que ha recibido del sistema oficial o alternativo, sobre enfermedades “incurables”, “hereditarias”, “virales”, “ambientales”, “alérgicas”, “psicosomáticas”, por estrés, etc.
No existen enfermedades o malestares incurables cuando el enfermo decide curarse mediante cambios profundos en su modo de vida. Necesita tomar conciencia que usted con sus muchos malos hábitos, está provocando y agravando a diario sus enfermedades y malestares. Cuando se suspenden los malos hábitos que causan la enfermedad, ésta desaparece.
El proceso de curación es sencillo, solo consiste en permitir que el cuerpo se recupere de manera natural, por instinto, por homeostasis, mientras le damos la alimentación, actividad y ambiente que necesita para sus funciones normales.
En algunos casos le apoyamos con terapias tradicionales que estimulan y completan su grandiosa capacidad de autorecuperación. El cuerpo puede curarse de cualquier enfermedad por grave que sea, cáncer, diabetes, insuficiencia renal, leucemia; por crónica e incurable que parezca, epilepsia, artritis, asma, hipertensión. Siguiendo pasos precisos, también se curan enfermedades agudas, como fiebres virales, úlceras sangrantes, pulmonía, etc.
En realidad, no necesitamos esforzarnos en curar nuestras enfermedades. Solo debemos dejar de provocarlas a diario con nuestros malos hábitos. Esto es muy importante de comprender y comprobar. Por ejemplo: no necesitamos curar el chuchaqui o resaca (grave malestar físico y mental que sufrimos al día siguiente de haber bebido demasiado alcohol) -solo debemos dejar de provocarnos esta “enfermedad”, aprendiendo a beber con moderación y poca frecuencia. Esta “enfermedad” solo es curable si el enfermo decide hacerlo.
Con todas las enfermedades, la situación es exactamente la misma. ¿Quién, y con qué terapia o remedio, podría “curar” el hígado graso de un paciente que insiste en comer grasas a diario y en abundancia? No se puede curar la hipertensión de una persona que come animales a diario. Nunca desaparecerán las alergias de alguien que come azúcar o dulce varias veces al día. No es posible curar el asma a quien gusta de comer lácteos a diario.
Debemos reconocer el verdadero origen de la enfermedad: somos nosotros, con nuestros malos hábitos, quienes provocamos nuestros sufrimientos. Podemos dejar de hacerlo y encontrar la salud, si cambiamos nuestras malas costumbres cotidianas. Este es un proceso que lo alcanzamos gradualmente.
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